por Shifu Shi Yan Ming
«Chan Quan Yi Ti»: Las artes marciales y la filosofía no son sino una sola cosa.
El cuerpo es la mente; la mente es el cuerpo. No se pueden separar.
A lo largo de la historia del Templo Shaolin, ha habido muchas leyendas y mitos famosos que son la fuente de rumores y creencias sobre las habilidades de los Monjes Shaolin. Quizás la más famosa es la historia de cómo trece monjes salvaron la vida del emperador Li Shi Min, que a cambio otorgó muchos regalos y honores al Templo Shaolin. Cuando estaba en el poder, le dio 40 qing (660 acres) de tierra al Templo, un Ziluo Jiasa (túnica púrpura) a cada monje, y todos los monjes recibieron el título de General. Al Templo también se le permitió tener su propio ejército.
Si puedes visitar el Templo Shaolin, verás algunos restos y reliquias que todavía hablan de aquellos tiempos. Uno de ellos es una enorme y verde estela (monumento de piedra) que el propio Emperador firmó. También hay dos árboles que pasan casi desapercibidos por la gente común. Pocos saben que esos árboles estuvieron ahí el día en que el Emperador otorgó los títulos, y que por lo tanto también recibieron el título de General, junto con los monjes. Se llaman Da Jiang Jun, «Gran General Árbol», y Er Jiang Jun, «Segundo General Árbol». Tienen miles de años de edad, y algunos de los garrotes de los monjes se han tomado de ellos. Este ejemplo de la historia de Shaolin es un gran ejemplo de «Chan Quan Yi Ti» (Literalmente, el puño y el Chan son un sólo cuerpo). La mezcla del Budismo Chan y las Artes Marciales es lo que acuñó el dicho «Shaolin quan bang tian xia wu lin zeng zong» (El puño de Shaolin y el garrote de Shaolin son los mejores bajo el cielo).
Los monjes de Shaolin han practicado las formas de manos y de garrote por miles de años. La palabra «monje» es sinónimo de paz, de compasión, de armonía, de inteligencia, pero sobre todo de responsabilidad hacia las personas, ayudar a otros, compartir la filosofía con otros y comprender el sufrimiento de otros. Es por esta razón que cuando los monjes de Shaolin tuvieron la necesidad de ir a la guerra, para detener la violencia, o se veían obligados a pelear, evitaban usar armas que pudieran matar fácilmente, como las espadas o los sables. Era mejor usar técnicas de Chin Na (capturar y someter) o Dian Xue (Dim Mak en cantonés; presionar arterias y puntos específicos para dejar al enemigo inconsciente) y, en casos extremos, usar el garrote para noquear al oponente. Esperaban que cuando se despertara, el oponente se diera cuenta de que su lucha era innecesaria, y entendiera que matar a otros es malo. En el peor de los casos, cuando se despertara, no habría nadie ahí. Los monjes decian que el hombre caído debía darse cuenta que su pelea había sido inútil y aprender de eso. De esta manera, se convertiría en mejor persona.
Además de esto, el garrote de Shaolin se convirtió en una herramienta muy común. Cuando los monjes viajaban, no les gustaba cargar armas, pero un buen garrote es también una buena herramienta para quitar obstáculos del camino, saltar un arroyo o usarlo como bastón cuando se está cansado.
Cada estilo tiene su propia manera de mejorar sus técnicas y ventajas, y también muestran un método para que el practicante se mejore a sí mismo: «Qiang Za Yi Tiao Xian, Gun Da Yi Da Pian». Esta frase significa que el practicar con el garrote ayuda al practicante a desarrollar un sentido del espacio y lo que hay a su alrededor, pues es un arma que se mueve en todas direcciones. Una lanza, por el contrario, se mueve en línea recta. Hay un dicho sobre los sables que dice «Dan Dao Kan Shou» (Cuando uses un sable, cuida tus manos), y «Shuang Dao Kan Zhou» (Cuando uses dos sables, cuida tus codos). Aunque estas armas también se usan en Shaolin, el garrote es la más popular y se considera el arma principal del Shaolin. Muchos de sus movimientos sacan provecho de sus cualidades, como el hecho de que se puede tomar por cualquiera de sus partes y se utiliza en todas las direcciones. Esto permite al practicante dominar un rango más amplio y dar golpes más fuertes, debido a la fuerza que obtiene cuando se utiliza de ciertas maneras. La flexibilidad del garrote es otro factor importante, pues obtiene una fuerza adicional al ser arrojado hacia un objetivo. Además, aunque el garrote no tenga filo como una espada o punta como una lanza, tiene los mismos efectos cuando se utiliza como tal. Un golpe directo administrado como si fuera una lanza puede ser igual de poderoso. También permite al practicante atacar con rapidez desde diferentes direcciones.
«Yan Guan Liu Lu, Er Ting Ba Fang» – Los ojos pueden ver en seis direcciones, los oídos pueden escuchar en ocho. Al llegar a cierto nivel, no necesitas ver todo a tu alrededor, sino que tus sentidos se desarrollan lo suficiente para que puedas estar consciente de lo que te rodea tan sólo con escucharlo. En muchas formas y ejercicios de garrote, hay una parte donde los practicantes deben mover el garrote en formas elegantes y graciosas y en las ocho direcciones, haciéndolo girar con fuerza y destreza. Muchas personas creen que estos ejercicios se hacen sólo para fanfarronear o hacer alarde de las propias habilidades, pero cada movimiento se añadió por una razón específica. El practicante debe hacer estos movimientos con gran velocidad, pues al realizarlos el garrote debe usarse como un bat de béisbol para tirar piedras y otros objetos hacia los oponentes. cada movimiento debe hacerse siempre rompiendo los propios límites.
Los movimientos del garrote han originado algunas leyendas. Se dice que al hacer girar el garrote muy rápido, con los movimientos adecuados, puedes crear una especie de escudo que te puede proteger. Es decir, como el garrote gira tan rápido en todas las direcciones, no hay manera de atravesarlo sin ser golpeado. Se dice que incluso cuando los enemigos tirar rocas u objetos para atacar a los monjes, no podían alcanzar su objetivo. Los repelía el garrote. El dicho «Feng Yu Bu Tou» significa que ni siquiera el viento y la lluvia podían atravesar. Las leyendas cuentan de un monje al que le podías arrojar agua y no se mojaba. Repelía toda el agua – «Po Shui Bu Tong». Esta creencia o filosofía es lo que realmente define lo que el practicante de garrote debe tener en cuenta cuando practique. Debes hacerte alcanzar el límite, alcanzar lo que parece un mito. Este reto constante es por sí mismo lo que confiere el dominio del garrote.
En el Shaolin todo tiene un significado, todo tiene un método y una explicación. Igual que en el dicho: «Chan Quan Yi Ti», la filosofía Chan no sólo se expresa en rezos o en meditación; se expresa en todos los sentidos y en las artes marciales. Los movimientos de las artes marciales tienen un doble sentido: el sentido marcial y su base en el Chan. Por ejemplo, hay movimientos en las formas de garrote donde parece que el monje está cortando el pasto, como si el garrote fuera un machete o tijeras. En el combate, este movimiento se utiliza para hacer caer al enemigo al golpear sus talones. Pero este movimiento tiene un cimiento que los practicantes deben siempre recordar: el cortar la hierba en sus vidas, que significa ver las cosas con más profundidad y claridad, sin que la hierba las cubra. Para los monjes, la hierba también representa las cosas malas que tenemos que limpiar de nuestras vidas.